No hay amor más sincero que el amor a la comida dicho popular

miércoles, 13 de enero de 2010

Family Pizza en Curridabat

El restaurante que tiene el honor de inaugurar mi blog acerca del placer o la tortura del comer lo tiene el restaurante Family Pizza en Curridabat, diagonal al AMPM, (el que queda en Guadalupe, quedará para después).

El ambiente.


Pues bien, como muchos lugares en San José, si vienen en carro, tengan paciencia, y esperen tener la suerte de ser uno de los cuatro afortunados conductores que podrán estacionar su carro, sino pueden hacerlo en lugares cercanos o si tiene un 4x4 puede estacionar mitad en la calle y mitad en la acera, recuerde poner las alarmas y la estampita de algún santo protector, ya que ni guachimanes hay en la zona.

Una vez superado el escollo de estacionamiento, y aceptando el hecho de que en este país no hay seguridad, entramos al restaurante. Es un ambiente cálido, familiar, paredes de ladrillo rojo, luz amarillenta, música ambiente suave, a veces amenizado por un pianista, pero esta vez no fue el caso, todo muy italiano hasta que nos sentamos es la mesa.

A pesar que no me gustan los estereotipos, sí me parece que le falta el mantel a cuadros blancos y rojos en la mesa, en lugar de ello encontramos un papel tipo individual que me recuerda los de KFC, solo que sin los cupones de promoción, pero eso es un cliché, una bobería, este camote no se va a poner agrio por una nimiedad como esa.

Hasta que alzo la mirada y hay una lámpara de barro, está bonita, si fuera un restaurante huetar, la cocina de doña Lela o la soda Palace, lo siento, pero mató el ambiente tan italiano que inspira a comer pizza.

Curiosamente vemos que nuestra mesa queda justo en la salida de emergencia, con las llaves y candados del caso, ya tocamos en tema de seguridad, además de un mostrarlo de vinos y una silla para bebé. Como apoyo al restaurante le resumimos a nuestros gourmets lectores los pasos en caso de incendio:

1. Mantenga la calma.
2. Gatee hasta la salida de emergencia esquivando la mesa y los comensales que la obstruyen.
3. Quite el mostrario de vinos, puede tirarlos, las botellas están vacías pero no las rompa, mire que viene mucha gente atrás y el lugar es angosto.
4. Si tiene un bebé utilice la silla mientras abre la puerta.
5. Con las llaves que están puestas (cortesía de la administración) abra el llavín y el candado.
6. Recuerde tomar a su bebé
7. Salga a la acera que es dónde justo acaba de estacionar ilegalmente su carro.

La atención

La atención fue bastante buena, nos atendió una mesera, creo que se llamaba Karla, muy atenta y conocía bien el menú, nos dio espacio para escoger en lo que parece la versión italiana de un menú de restaurante chino, trajo las bebidas y los alimentos oportunamente, el único pero eran los meseros asistentes, o eso parecían, siempre olvidaban algo, esperemos que sea solo cuestión del momento.

El menú, como ya dije es laaaaargo y abrumador, el terror de cualquier disléxico y comensal con déficit atencional, dan ganas de pedir ½ del 15 para llevar, básicamente no he podido terminar de leerlo, no les caería mal un poco de diseño en el mismo. Como nota curiosa el menú tiene una caricatura de las personalidades de los vinos en la parte de atrás, aunque divertida, inevitablemente distrae en la apoteósica tarea de leer todo el menú. El mismo y la ubicación lo pueden encontrar en http://www.menucr.com/place/42

La comida

Para una fría noche de lunes con los amigos, no hay mejor que una pizza, nos permite comer, conversar o tomar sin que las actividades compitan entre sí. Esta vez nos decimos de una pizza al 4 formaggi (mozarela, gorgonzola, montino, parmesano).

Duró unos 10 minutos en llegar a la mesa y el primer comentario no vino de este camote, sino de uno de sus amigos, ¿no le falta como orégano, o albahaca, algo que cambie el color? Si bien es cierto que pedimos una pizza cuatro quesos, sí impresiona la monotonía del color del queso en la pizza, algo que rompiera la pulcritud invitaría a comerla con mayor gana.

Pero cualquier crítica queda minimizada por el delicioso sabor que tienen los cuatro quesos combinados, derretidos, salados y de fuerte sabor, realmente era lo que esperábamos, aunque me hubiera gustado sentir más el sabor del gorgonzola y menos el del parmesano, pero eso son chayotadas mías.

La pasta es delgada crujiente y con el borde delgado, no hace más que dar un toque crujiente a esa gloriosa masa de quesos derretidos y contener los aceites que los mismos liberan en su fundición.

Ya no importó la lámpara de barro, el individual de papel, el carro mal estacionado, la salida de emergencia caótica, el frío de la noche, no, no importaba, solo es la comunión entre las papilas gustativas del humilde camote y los quesos derretidos armoniosamente en la delgada y crujiente pasta de la pizza.

Un aplauso ala la pizza al 4 formaggi!

Las bebidas son bastante genéricas, un vino de la casa aceptable, solo quisiera resaltar la presencia de la carambola entre las opciones de refrescos naturales, excelente elección del restaurante.

Pero todo tiene un fin, y a veces nos llega antes de lo esperado. Después de una degustación casi orgásmica de una buena pizza, este camote se antojó de más, y se topó con el oscuro secreto de Family Pizza… ¡Los postres son feos!

Animados por un buen plato, ignorantes de los que venía el camote y sus amigos se aventuraron a los postres por lo que pedimos ese directorio de comida que osan llamar menú, y notamos que proporcionalmente hay poca variedad y muy típica. ¿Acaso en la soda donde más acostumbran ir no les ofrecen tres leches, cheese cake y pie de limón? Bueno, aquí también, y de calidad que la soda de su preferencia pude superar fácilmente.

Me voy a centrar en solo dos postres que probé, primero me aventuré al tiramisú, casi que predecible, máxime en un retaurante que pone anuncia como escuela italiana. El mismo estaba grasoso, con una base y cobertura semi-congelada con pequeños cristales de hielo que estorbaban a la hora de degustar el postre y un relleno que sabía a vainilla, como un helado, pero que dejaba los labios y el paladar cubierto de una capa de grasa poco agradable.
Indignado, asqueado, abiertamente molesto probé la torta de limón, una forma cursi de llamar a una base de galleta maría y mantequilla relleno de leche evaporada cortada con limón… nada espectacular por el precio de 2000 colones.

Ahora sí importan la lámpara de barro, el individual de papel, el carro mal estacionado, la salida de emergencia caótica, el frío de la noche. Un restaurante no se puede jugar el chance con el cierre de la comida porque es el sentimiento con el que se sale del restaurante.

Réquiem por la cena.

Esperemos que los postres mejoren, mientras tanto ya saben, si van a comer a Family Pizza en Curridabat, mejor dejen el postre para otro restaurante o un humilde pero rico helado de la Pops.


1 comentario:

  1. la misma opinion tiene mi hermana sobre Family Pizza, solo que ella si fue afortunada de poder tener música en vivo pero digamos que eso es minimo ya que no vas a estar viendo al músico mientras comes o platicas con los amigos que es a lo que vamos. en fin no he podido ir a este restaurante pero seguiré los consejos sobre todo con el postre, pero si que se me ha hecho agua la boca y ya quiero ir a comer una de esas 4 quezzos hehe. saludos muy buen blog y espero tener mas comentarios gastronomicos ya que ayudan a la hora de la escogencia de un buen restaurante,.

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